Históricamente, el sistema de transporte de nuestra región ha sido una de las bases de nuestro éxito. Pero el sistema de infraestructura fue construido hace décadas y se le ha tratado de mantener al día con una inversión insuficiente. Si bien es cierto que nuestro sistema de transporte es todavía una fuerza importante en esta región, tenemos que modernizarlo para poder competir con otras zonas económicas a lo largo del país y alrededor del mundo.
El Reducir la Congestión es Imprescindible
La congestión afecta la habitabilidad de nuestras comunidades, moldea nuestras decisiones personales sobre dónde vivir y trabajar. Después de décadas de una inversión insuficiente en el transporte público y de urbanismo que no toma en consideración los medios de transporte público, muchos residentes carecen de opciones para desplazarse. Las consecuencias son alternativas personales limitadas, un mayor número de autos congestionando nuestras carreteras, más contaminación y continua dependencia en el petróleo extranjero.
La congestión de tráfico en nuestra región se encuentra entre las más altas de la nación. Si no se encuentran nuevas soluciones, sólo irá en aumento debido al crecimiento de nuestra población, empleos y tráfico. Los ingresos actuales no se mantienen a la par con los costos de mantenimiento y operación. Una inversión insuficiente y un mantenimiento postergado han puesto tensión en nuestro sistema de transporte, dejándonos con una infraestructura envejecida que se está deteriorando en algunos lugares.
La región necesita hacer un mejor uso de los fondos existentes e identificar nuevas fuentes de ingresos que impulsen modelos de transporte más eficientes.
Un Sistema de Transporte de Calidad Mundial
Nuestra región cuenta con siete condados y necesita cuidar mejor de las carreteras existentes y del transporte. Al mismo tiempo, necesita invertir estratégicamente en el sistema de transporte para reducir la congestión vehicular, fortalecer nuestras comunidades y promover una economía sólida.
Hacer que nuestro sistema sea de "calidad mundial" no simplemente es una cuestión de aumentar los impuestos para generar más ingresos; tampoco requiere de una expansión masiva del sistema. En lugar de eso, el objetivo primordial es priorizar los gastos de su mantenimiento y modernización, los cuales representan más del 97 por ciento de los fondos destinados al transporte en las próximas tres décadas.
Si bien es cierto que se cuenta con los elementos fundamentales para el traslado de personas y mercancías, también es cierto que tenemos que mejorar radicalmente el sistema de transporte y proporcionar mejoras de tipo siglo XXI para que funcione eficientemente. Para aprovechar al máximo los beneficios de nuestros limitados fondos, VAMOS AL AÑO 2040 recomienda concentrar los recursos en la implementación de las prioridades de capital de la región. La selección cuidadosa de proyectos mediante un proceso transparente de decisiones nos ayudará a alcanzar objetivos regionales claros, con el objetivo final de crear un sistema de transporte de calidad mundial que la región necesita y sus residentes se merecen.