En los próximos 30 años, el agua y los recursos energéticos probablemente estarán más limitados, afectando a residentes, empresas y a los gobiernos locales por igual. Mejorar nuestra eficiencia en el uso del agua y la energía ahorrará dinero y demorará la escasez que podría afectar profundamente nuestra calidad de vida.
Abastecimiento de Agua y Conservación
Aunque vivimos en una zona donde el agua dulce parece abundante, nuestra agua no es un recurso ilimitado. Las limitaciones jurídicas disminuyen nuestro uso del lago Michigan, y las áreas de nuestra región que dependen de aguas subterráneas tienen cada vez más gastos y efectos secundarios ambientales.
El plan de administración del agua a largo plazo de la región, Agua 2050, invita a una serie de medidas de conservación, tales como cambiar los precios actuales del agua potable a precios por costos completos para motivar su conservación y para pagar por el tratamiento de aguas y su reparto. Al mejorar la administración de la demanda del agua, el plan del agua ayudará a asegurar que habrá agua limpia disponible para uso doméstico y comercial en las próximas décadas. Las inundaciones, un problema significativo en muchas partes de la región, pueden reducirse siguiendo las mejores normas ya establecidas para el manejo de aguas de lluvia.
La Eficiencia Energética es Rentable
La Mejora de la eficiencia energética ahorra dinero aun después de que la inversión inicial se haya recuperado. También reduce en nuestra región la salida de gases de efecto invernadero vinculados al cambio climático.
El consumo de la electricidad y el gas natural para la calefacción, refrigeración y electrodomésticos en casa y en el trabajo generan casi dos terceras partes de los gases del efecto invernadero en nuestra región. A pesar de la disponibilidad de fondos estatales y federales, menos del uno por ciento de los edificios elegibles de la región han sido reconfigurados para ahorrar energía (por ejemplo, la instalación de sistemas más eficientes de calefacción y aire acondicionado, aislamiento e iluminación, protección contra el clima y mediante sellamiento de ventanas y puertas). CMAP, la ciudad de Chicago, y otras partes interesadas han comenzado un proyecto de Intensificación de Reconfiguración de la Región de Chicago (CR3) para crear eficiencias regionales que alimentarán el mercado de reconfiguraciones, el cual mejorará la eficiencia energética de los edificios en un promedio del 30 por ciento.
Como parte de su énfasis en comunidades habitables, VAMOS AL AÑO 2040 recomienda el uso de técnicas verdes (ecológicas) para la nueva construcción y la reurbanización y así mejorar la eficiencia energética, al mismo tiempo ayudando a reducir el consumo de agua y mejorar el control de aguas pluviales. Los residentes de comunidades habitables tienden a hacer menos uso del automóvil, lo cual reduce el consumo de combustible y la contaminación por el transporte; la segunda mayor fuente de gases de efecto invernadero en nuestra región, causada principalmente por automóviles y camiones.